Rosanna es una grandísima persona y una excelente profesional. Durante nuestra parada en Shanghai nos hizo de anfitriona, dedicando el poco tiempo que disponía a mostrarnos la otra cara de China. Así es como entendimos muchas cosas del gigante asiático, conocimos a otros expatriados y pudimos saborear su variedad de platos que van más allá del Rollito de Primavera.
Los días que compartimos fueron muy intensos y aprovechamos también para conversar de proyectos, sueños, expectativas y sobre todo de la vida. Tenía curiosidad por saber cómo una italiana había acabado en China (¡y nunca mejor dicho!). Así que decidí recoger parte de nuestras conversaciones y convertirlas en la entrevista que os dejo a continuación. Espero que la disfrutéis igual que yo lo hice durante mi estada en Shanghai.
Rosanna (R); Anna (A)
A: ¿Qué te hizo atreverte a salir de Italia?
R: Siempre había soñado con irme de Italia por la mentalidad machista que existe en el mundo laboral. Uno de mis sueños era hablar muchos idiomas y vivir en diferentes países. Así que cuando tuve la oportunidad pedí una beca Erasmus para estudiar en Barcelona. Allí me quedé siete años.
A: ¿Siete años?
R: Sí. Una vez terminé la carrera encontré trabajo enseguida porque hablaba varios idiomas, entre los cuales inglés. Durante dos años y medio trabajé en una empresa de comercio exterior en la parte de gestión de cobros para marcas internacionales de ropa.
A: ¿Y luego?
R: Me cansé de hacer siempre lo mismo. Sentía que había llegado el momento para aprender algo nuevo y embarcarme en una nueva aventura. Por aquella época había empezado a estudiar un Máster en Estudios Asiáticos.
A: ¿Entonces ya empezabas a visualizar China?
R: Todavía no. Fue una compañera que acababa de adoptar una niña en China quien me convenció de que era el país del futuro. Yo había estudiado Económicas, pero cada vez más, me daba cuenta de que me gustaban las Humanidades. Pensé en estudiar Antropología aunque luego me decidí por dejar el trabajo y viajar por América Latina.
A: ¿América Latina? ¡Vaya cambio!
R: Sí, era un viaje que también quería hacer para conocer el continente. A parte de viajar por diferentes países hice un voluntariado en Colombia en un proyecto que tenía como objetivo sacar a las niñas de la prostitución. El rol de la mujer y la igualdad de oportunidades es un leit motive en mi vida en general.
A: ¿Qué hiciste cuando terminó tu voluntariado?
R: Me volví a Barcelona. Había terminado el Máster y gracias también a mi conocimiento de idiomas me contrató una empresa de consultoría que estaba abriendo sus oficinas en Shanghai.
A: ¡Y fue cuando te fuiste a vivir a Shanghai!
R: No, eso fue más tarde. Yo seguía los proyectos desde Barcelona y viajaba a China de vez en cuando.
A: ¿Y cuándo decides trasladarte?
R: En el 2008 la directora de la oficina de Shanghai cambió de trabajo y quedaba una vacante. Entonces vi una oportunidad. Aunque adoro Barcelona y nunca había pensado antes en vivir en la China, pensé que si quería seguir con mi sueño de tener experiencias en diferentes países y crecer profesionalmente, este era el momento. Me presenté a la vacante y mi empresa se quedó muy sorprendida, aunque a la vez muy contenta porque era la candidata ideal para ese puesto de trabajo.
A: Te mudas a la China para ser directora de la sede de Shanghai.
R: Sí, para ser directora de dos oficinas desde donde se ofrecen servicios de consultoría estratégica.
A: Explícame bien esto de consultoría estratégica
R: El objetivo de la empresa es ayudar y acompañar a empresas que quieran abrir mercado en China, sobre todo, en la parte de gestoría contable, fiscal y selección de recursos humanos.
A: ¿También en Recursos Humanos?
R: Sí. Esta parte la fui aprendiendo poco a poco. Me ayudó mucho tener el Máster en Estudios Asiáticos ya que tenía conocimientos de la cultura china y me fue más fácil entender cómo trabajaban y se relacionaban, sobre todo a la hora de hacer las entrevistas.
A: ¿Una vez en Shanghai decidiste montar tu propio negocio?
R: No exactamente. En 2011, a consecuencia de la salida del socio que se ocupaba del área internacional y la crisis financiera, la empresa española decide cerrar la sede en Shanghai. Como había varios proyectos en marcha me proponen a mi, junto a dos compañeros más, que sigamos con el negocio en Shanghai por nuestra cuenta.
A: Entonces es cuando empezaste a llevar tu propia empresa. ¿Hubo algún cambio respecto a la unidad de negocio?
R: La parte de recursos humanos creció, al contrario que con los servicios de gestoría, contabilidad y apertura de empresas que se fue reduciendo como consecuencia de la vasta competencia. En la actualidad, esta línea de negocio se ha reinventado y ha cambiado de enfoque poniendo especial foco en la mediación cultural y la normativa.
A: Y la parte de recursos humanos, ¿cómo ha evolucionado?
R: Tanto mi socia como yo misma nos hemos formado como coach y en otras metodologías como la de LEGO Serious Play y las utilizamos en el diseño de la estrategia, el desarrollo de personas y la formación.
A: ¿Quiénes son vuestros clientes?
R: Mayoritariamente son europeos, sobre todo españoles e italianos, y de sectores como el de la automoción, maquinaria y herramientas, robótica y software.
A: ¿Cómo es emprender en China?
R: Pues la verdad es que depende de si eres una gran empresa o un particular. Hay oportunidades para todos, especialmente hace unos años. En la actualidad, sigue habiendo pero en sectores diferentes.
Lo que no hay en China es la posibilidad de ser autónomo, como en España. Por eso te tienes que montar una empresa, aunque sea pequeña. Esto conlleva unas obligaciones financieras y fiscales que tienes que cumplir, además de normativas que dependen del sector y la zona geográfica donde te encuentres. A veces, hasta de un barrio a otro de una gran ciudad existen matices diferentes.
A: ¡Qué complicado!
R: Sí, es complejo, aunque para nosotros es positivo porque nuestro servicio consiste en esto precisamente. Gestionar y facilitar que nuestro cliente entienda y pueda moverse en esta complejidad sin problemas.
A: ¿Tenías experiencia previa en montar un negocio?
R: Yo vengo de una familia de emprendedores por parte de mi padre. Él tenía su propia empresa en Italia y yo le ayudaba en el almacén y en la administración durante las vacaciones de verano. Mi madre, además de ser maestra, le llevaba la contabilidad y, a menudo hablaban en casa de gestión y finanzas. Pero nunca había pensado en emprender.
A: ¿Cuáles han sido las fuentes de aprendizaje que han inspirado tu propia empresa?
R: Por un lado, mi experiencia como consultora en la anterior empresa. También las Cámaras de Comercio donde he participado, sobre todo la Cámara Europea que me ha dado la posibilidad de participar en grupos de trabajo con otras personas profesionales senior de empresas muy grandes.
Por otro lado, mi forma de ser. Soy una persona muy analítica y rápida en detectar riesgos y oportunidades, a la vez que inquieta y muy innovadora.
A: ¡Lo corroboro! Eres un torbellino y una fuente de proyectos. A todo esto, ¿qué dice tu socia?
M: Tengo la suerte de que mi socia principal sea lo opuesto a mi. Ella es muy operativa, práctica y concreta. A veces, cuando me bloqueo y no lo veo claro puedo tardar un rato en tomar una decisión. En este momento, ella es fundamental. Nos estimulamos mutuamente. Yo la ayudo a que salga de su zona de confort y ella me ayuda a aterrizar cuando me pongo creativa.
A: ¿Cómo os ha pillado la crisis del COVID19?
R: No hemos parado. Seguimos formándonos y mejorando. Cada reto nuevo es un aprendizaje. Estamos aprovechando para mejorar nuestros servicios y ser más eficientes aún.
A: ¿Cuáles son tus logros preferidos en el ámbito profesional?
R: El crecimiento personal que me ha aportado todo el recorrido que he hecho hasta ahora. Haber invertido en mi para seguir mejorando y ahora, poder ayudar a otros a través de mi servicio como Career Coach y como profesora en diferentes escuelas de negocio.
Además, también me gustaría destacar mi participación activa en la Cámara Europea desde varios años como Vice Chair del grupo de trabajo de Recursos Humanos. Haber conseguido un nivel intermedio de Chino.
A: ¡Eres una profesional reconocida y referente para muchos!
R: Sí, soy referente entre la comunidad de profesionales de Shanghai y he participado en la RAI (emisora pública de Italia) como Italian Excellence Abroad.
A: ¡Cuántas cosas!
R: Actualmente estoy haciendo el doctorado en lo que yo defino el área R&D de la empresa y que está relacionada con la transición digital y los nuevos servicios que se van a ofrecer en el futuro.
A: ¿Qué es lo que te ha supuesto un mayor reto de superación en tu carrera profesional?
R: Vencer mis propias creencias acerca de ser mujer en un ámbito, muchas veces, muy masculinizado. Mis limitaciones respecto a mi imagen exterior y frente a competidores. Por último, hablar de manera fluida chino.
A: ¿Tus próximos pasos?
R: Terminar el doctorado y consolidar una network estable de partners y clientes en Europa para poder volver a Barcelona y aportar más negocio desde allí. Crear un puente entre China y Europa.
A: ¿Qué le dirías a las personas que sueñan con viajar a China para emprender?
R: China ya no es lo mismo que hace 10 años. Ya no es tan fácil emprender sin un objetivo o un proyecto claro desde el principio. China ya no es para todos. Le diría que aprendiera primero algo de cultura china y el idioma, que viajara y adquiriera experiencia. Si después de haber estado un tiempo les gusta y encuentran la oportunidad adecuada relacionada con sus habilidades y ambiciones, entonces merece la pena emprender en China.
A: ¿En qué crees que tus acciones pueden contribuir en nuestra sociedad y sus valores?
R: Espero inspirar a otras mujeres a ser lo que quieren ser, más allá de lo que la sociedad les va contando desde pequeñas. También poder guiar a otras personas que se encuentren en momentos de dudas personales o profesionales, como otros me han ayudado a mi.
A: ¿Crees que el dinero es lo más importante?
R: El dinero es necesario pero no mi motor. Trato de ser justa con mis empleados y transparente con mis clientes. Además, procuro reducir al máximo mi impacto ambiental y contribuir en la sociedad con actividades de voluntariado dentro de la empresa para influenciar y provocar que los empleados piensen en la comunidad.
A: Una pregunta personal para terminar ¿Cómo te ves en unos años?
R: Esta es una pregunta que aún me tengo que responder a mi misma. La crisis del COVID19 me está llevando a un camino de introspección y dando muchos quebraderos de cabeza. Espero encontrar la respuesta al final de esta aventura.
¡Muchas gracias, Rosanna!